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El Lio Bumerán - Un Blog paraTocar las Pelotas

Efemérides

Ayer, como todos sabéis, fue un día destacado por ser el aniversario de un hecho terrible, o varios.

Tal día como ayer, más de 3000 personas murieron de malaria, a pesar de existir una vacuna eficaz. También ayer se conmemoraba la muerte de 4.500 niños por no disponer de agua potable ni saneamientos básicos.

Era también 11 de septiembre de uno u otro año cuando decenas de seres humanos arriesgaron su vida para cruzar de África a Europa donde les esperaban con los brazos abiertos fascistas del PP, explotadores miserables, mafias y usureros. Un 11 de septiembre era también cuando miles de mujeres esclavas fueron obligadas, en Europa, a dejarse violar a cambio de suculentos beneficios para sus dueños. A la vista de todos, en la N-II, en la Casa de Campo o en miles de lugares de otras ciudades que no son la mía.

Me temo que Blogia no dispone de recursos suficientes para que pueda relatar aquí todas las barbaridades que el 11-S evoca. Aunque no puedo dejar de citar el golpe de estado contra Salvador Allende, hace 33 años.Sin embargo ayer todas las televisiones se centraron en un solo hecho, el atentado contra las torres gemelas de 2001. Pudimos ver documentales sobre el dolor de los familiares de las víctimas, sobre los perros que calman dicho dolor, sobre las parejas que se formaron dicho día...

No me entendáis mal, creo que está bien que nos hagan ver hasta qué punto fue terrible aquel bárbaro atentado, que nos hagan sentir el horror y el dolor de las víctimas para que nunca se repita. Lo que me pregunto es por qué se silencia entonces el dolor de los niños famélicos, de las prostitutas cuando se sientes violadas y vejadas, de los inmigrantes que llegan débiles y asustados a la playa, de los niños soldado, de quienes son violados y ultrajados, de quienes no tienen futuro. De la mitad de la humanidad.

¿Será para que siempre se repita?

1 comentario

Belén -

Son los que mandan, los que poseen la mayor parte de los medios de comunicación, y los ganadores los que escriben la historia.