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El Lio Bumerán - Un Blog paraTocar las Pelotas

Juventud

Parece que me estoy haciendo mayor.

Antes, cuando los medios de comunicación se escandalizaban ante la degradación de los jóvenes de nuestro país, yo me daba por aludido y me reía de la visión tan ridícula que tenían sobre mi y mis amigos. Pero ya no. Ahora soy consciente de que hablan de otros y apenas tengo datos para contrastar esa visión con la realidad.

Sin embargo, debido a unos exámenes que debo afrontar en breve, últimamente frecuento mucho las bibliotecas de mi barrio y en concreto sus salas de lectura. Todas están repletas con una mayoría de chicos y chicas jóvenes que se dejan las pestañas preparando sus exámenes finales. Esta mañana he tenido que probar suerte en dos bibliotecas distintas, y finalmente he tenido que irme a estudiar a un banco en el parque.

Pero esto no sale jamás en la tele ni en los periódicos. Al igual que no se habla de los miles de jóvenes que colaboran con distintas organizaciones para ayudar a otros, militan en política, se asocian para hacer teatro o simplemente pasan la tarde descubriendo con sus amigos y amigas un mundo en el que acaban de empezar a salir solos.

Pero no. En la tele aparecen como seres borrachos, violentos y cada vez más amenazantes para unos adultos desprotegidos ante la falta de respeto y brutalidad de las nuevas generaciones.

Por supuesto soy consciente de que mis paseos no son un estudio serio capaz de desmentir el preocupante aumento de la violecia y delincuencia en "nuestros jóvenes", que decimos cuando ya nos hemos vuelto gilipollas del todo. Así que me dispuse a enchufarme una dosis de realismo para poner los pies de nuevo en la tierra. Y qué mejor que los datos del Ministerio del Interior sobre la evolución de la delincuencia juvenil: la criminaldad juvenil descendió un 5,2% en 2005, a pesar de que la imagen televisiva nos convenza de lo contrario.

Al final he llegado a la conclusión de que si en lugar de atemorizarnos con las bandas nos hablasen de esta otra juventud tendrían que aumentar las plazas de estudio en las bibliotecas públicas. Y prefieren gastarse la pasta en seguridad, privada a ser posible.

4 comentarios

Ángel -

Gracias por la visita gentes. ¡No sabéis la ilusión que hace ver que tienes comentarios!
Abrazos,

pablo -

Joder, esto de los blogs está deviniendo en pandemia. Uno, ya muy mermado, no da a basto.

Enhorabuena, zagal, que escribas mucho tiempo y que yo te lea.

pakua -

El libre mercado (no sólo el inmobiliario, el libre de riendas, quiero decir) ha destrozado los esquemas de edades de la psicología evolutiva. Ahora se puede ser adolescente hasta entrados los 30, senil vitalmente a los 20, expert@ sexual a los 15, rockero en gira Pete Townsend ('i hope i die before i get old' dixit) pasados los 60... Esto último espero verlo en vivo a finales de julio, por cierto. En fin, que ya nada es lo que era. Bueno, una cosa no cambia: la putada de los exámenes. Suerte! y que cundan los codos.

Belén -

¡¡¡Por fin puedo añadir un comentario!!! ¿Qué te voy a decir? Que tienes toda la razón.